Si hay una tapa que no puede faltar en la mesa de un madrileño, son las patatas bravas. Un plato que no parece complicado de elaborar pero que en realidad no es tan fácil de hacer. Hoy hacemos un recorrido por las mejores de Madrid.
En pleno centro de la ciudad, las patatas bravas de este restaurante han sido galardonadas como las segundas mejores de España. El autor de estas bravas es el chef Javier Alfaro. Uno de sus secretos es que están hechas en dos frituras, la primera es un pochado a 120 grados para que las patatas se ablanden por dentro y la segunda a 180 grados para llegar conseguir que estén bien crujientes por fuera, además van acompañadas por su salsa brava loca. El jurado ha dicho de ellas que “tienen mucho sabor y son picantes, crujientes por fuera y mantecosas por dentro”.
Conocidas como “las bravas de La Maruca”, este plato es uno de los más populares de su carta. Estas bravas se pochan antes de freírse consiguiendo la textura perfecta y luego van acompañadas por dos salsas, brava y alioli. La guinda final la pone la cebolla frita que va encima de ellas y les da un toque crujiente delicioso.
En pleno centro de la ciudad, Las Bravas es uno de los sitios más populares de Madrid para probar este plato. Cuenta con más de 80 años de historia. Su receta se caracteriza por un producto de calidad y una combinación perfecta entre una salsa brava con toque único y unas patatas con la fritura exacta.
Es la especialidad de la casa y su origen se remonta a los años 50 y 60 del siglo pasado. Su salsa brava tiene una fórmula secreta pero seguro que incluye algunos ingredientes como el pimentón ahumado picante, la cebolla, la harina de trigo o el vinagre. Su sabor nos recuerda al típico sabor de la salsa brava madrileña.
Cuatro restaurantes en los que podrás degustar uno de los platos típicos de la cocina española y uno de nuestros favoritos. ¿Cuál es tu sitio preferido para comer unas patatas bravas?