Si por un casual estuviera llena, acércate hasta la vecina La Infinito, local agradable y coqueto, donde ofrecen tartas caseras, cookies, boles de frutas y muchos cafés y tés. Atentos a su programación, porque hay frecuentes sorpresas, como recitales de poesía, clowns o cuentacuentos.
Lugares muy agradables para merendar son también el Lolina Café Vintage (Espíritu Santo, 9) o La Fiambrera, en la calle Pez. Objetos de arte y decoración combinados con una buena selección del libros, buen café y deliciosas tartas ‘home made’. Como es agradable también La ciudad invisible, en Costanilla de los Ángeles 7, un espacio situado en los alrededores de la plaza de Santo Domingo que sirve también de galería de arte para artistas emergentes.
Y para los más golosos, Sugar Factory, un lugar en que la propia decoración, tan recargada y algodonosa, parece que alimenta. En la calle Argensola 24, encontrarás una impresionante oferta de cupcakes y muffins para esos días en que dejamos aparcadas las dietas.
Son lugares que se engloban en parte dentro de esa moda conocida como “cuqui” que va ganando adeptos a pasos agigantados en el centro de nuestra ciudad. Ven a disfrutarlos alojándote en nuestro hotel con terraza en Madrid.