La Fiesta de la Calçotada es muy popular en Cataluña y se suele celebrar en los meses de más frío. Y es que este tipo de cebolleta es la protagonista de una de las tradiciones gastronómicas más famosas de nuestro país. Ahora podemos comer estos calçots a la brasa y acompañados de la imprescindible salsa romesco en la capital madrileña. Si tú también eres un enamorado de ellos, aquí tienes cuatro sitios donde puedes comerlos.
Jornadas gastronómicas en el Club de Tiro
El Club de Tiro, situado en un paraje único como es El Pardo, nos ofrece esta deliciosa Calçotada dirigida a grupos de mínimo 20 personas. Para ello, han preparado un menú en el que el protagonista principal son los calçots. En él encontramos también otros platos como croquetas de jamón, una tabla de embutidos con pan con tomate y un plato principal de carne a la brasa. Para terminar tenemos diferentes postres a elegir entre los que no puede faltar la popular crema catalana.
Situado en pleno barrio de Chamberí, Lakasa cuenta con una variedad de calçot autóctona de la zona de Vic y que tiene un sabor más dulce. Lo preparan de la forma más tradicional, asado en un horno de brasas sobre llama viva y lo ponen tal y como llega de la huerta, ya que según los payeses, la aparente suciedad del calçot durante la cocción es la que aporta esos imprescindibles matices de sabor. Va acompañado de la salsa romesco y solo traen 200 piezas semanales, así que corre si no quieres perderte este rico manjar.
Este restaurante, situado en Hoyo de Manzanares, es el sitio perfecto para comer una de las calçotadas más auténticas de Madrid. En Calsot, podremos participar de un ritual gastronómico que requiere ensuciarse las manos, ponerse un babero y disfrutar de una deliciosa comida con amigos o familia. Su menú contempla varios platos como ensalada, pan con tomate y embutidos catalanes, calçots con salsa romesco y un combinado de carnes típicas de Cataluña (butifarra, conejo a la brasa, chuletas de cordero y pollo Calsot). Terminamos con una crema catalana y, todo ello, acompañado de vino o sangría de cava. Este menú tiene un coste de 24 euros por persona.
Otro de los sitios típicos de Madrid para disfrutar de una buena calçotada es Can Punyetes. Los cocinan a la brasa, como manda la tradición, y cuando las capas exteriores están negras y entreabiertas, los envuelven en varias hojas de papel de periódico y los dejan una media hora para que acaben de cocerse con su propio calor. Se comen pelando las capas exteriores y untando el calçot en la salsa de romesco. Además, podrás disfrutar de otros platos típicos catalanes como la escudella, tostas con tomate, esqueixada de bacalao, butifarras y crema catalana.
Con estos cuatro sitios podremos disfrutar de una bonita experiencia gastronómica con una de las tradiciones culinarias más populares de nuestro país. Y tú, ¿eres un amante de los calçots?