Madrid es conocido por su gastronomía local con platos como el cocido, los callos o el bocata de calamares. Sin embargo, está ganando protagonismo en el panorama vinícola español gracias al esfuerzo de muchas bodegas surgidas de las ganas de jóvenes emprendedores. Hoy os dejamos un listado de los vinos que no puedes dejar de probar si vienes a la capital madrileña.
El Hombre Bala nace en 2010 de la asociación de 3 enólogos de Comando G con Vila Viniteca. Fruto de este proyecto se elaboran anualmente dos vinos de viñas viejas de garnacha de la Sierra de Gredos, con edades comprendidas entre los 50 y los 90 años de edad.
Monos Tinto
Llama la atención por su etiqueta divertida y desenfadada. Este vino se trata de un coupage de las variedades Garnacha (85%), Syrah (10%) y Cariñena (5%). Su uva procede de los viñedos localizados en Cadalso de los Vidrios y San Martín de Valdeiglesias, ambos en la sierra de Gredos. Los cuatro amigos impulsores de este vino han sabido preservar su carácter más frutal.
En el año 1923, el Dr. Vicente Álvarez-Villamil adquirió la finca “Bernabeleva”, en San Martín de Valdeiglesias. Durante décadas, sus herederos han cuidado con cariño las viejas cepas que plantó para llegar algún día a hacer vinos de calidad, ese momento les llegó hace unos años. Sus vinos proceden de viñedos de 40 a 80 años cultivados en laderas de gran altitud. En ellos encontramos vinos frescos con un sabor muy característico.
Un vino procedente de la Finca Herrera. Este vino nos sumerge a un baile único en el que predomina un aroma almendrado recubierto de perfumes a flor blanca y fruto fresco. Nos encontramos ante una uva de maduración temprana que necesita una gran trabajo para que gane cuerpo sin perder frescura. Es un vino ligero con un gusto final que se mueve entre lo goloso y lo amargo.
Encontramos una gran variedad de vinos en esta bodega: dos blancos, dos tintos y uno dulce. Todos ellos son vinos de paisaje, en los que encontramos un equilibrio entre el suelo y el clima de cada paraje, con una crianza natural en grandes depósitos de roble francés. Además, en sus bodegas no solo encontraremos vino, sino también música, historia y degustaciones especiales.
No te olvides de aprobar algunas de estas propuestas cuando disfrutes de la mejor gastronomía madrileña. ¡No te defraudarán!