Madrid es un destino turístico ideal para visitar en cualquier época del año. Pero tal vez diciembre, con la llegada de la Navidad, sea uno de los meses más espectaculares para hacerlo. Y para que no te pierdas nada de lo que puedes hacer en Madrid el último mes del año, aquí te dejamos una ruta de lo más interesante:
Tomar churros con chocolate.
No hay postre más típico ni más cañí que una buena taza de chocolate caliente acompañada de una rica ración de churros o porras. ¿Los mejores lugares para degustar este manjar? La típica chololatería de San Ginés (Pasadizo de San Gines, 5) o la chocolatería Valor (Calle del Postigo de San Martín, 7). Además de estar en pleno centro de la ciudad, en cualquiera de ellas se te hará la boca agua.
Visitar la Plaza Mayor
Para descubrir que su interior se ha convertido en un pueblecito de cuento gracias al espectacular mercadillo navideño que hay en su interior. Verás que al pie de la Casa de la Panadería se agolpan decenas de puestos donde comprar desde los adornos de Navidad más originales hasta las figuritas de Belén mas elaboradas. Recorre cada uno de ellos y déjate envolver por un ambiente tan entrañable que te transportará inmediatamente a tu más tierna infancia.
Patinar sobre hielo
Como lo oyes. En Madrid también podrás ponerse tus patines y hacer unas cuantas piruetas sobre una auténtica pista de hielo. Algunas de las más populares son las que se instalan en la misma plaza de Callao o en la plaza Soledad Torres Acosta (conocida como Plaza de la Luna). La primera está rodeada de centros comerciales, cines y está al pie de la Gran Vía. La segunda es mucho más grande y a su alrededor se encuentran varios puestos de comida donde reponer fuerzas y entrar en calor. ¿Por cuál de ellas te vas a deslizar?
Tomarte las uvas en la Puerta del Sol
Y si quieres vivir diciembre al máximo en Madrid, ¡anímate a tomarte las uvas en la Puerta del Sol! Tienes dos opciones: abrirte hueco entre la multitud en la medianoche del 31 de diciembre, o asistir al ensayo que ese mismo se realiza en la plaza a las doce del mediodía. Este último está mucho menos masificado, ¡pero es igual de emocionante!
