¿Qué ver en este museo? No es un lugar diseñado para eruditos ni académicos, sino un espacio pensado para conocer los usos y costumbres de las altas esferas de la burguesía, y su vida cotidiana, a través de los cuadros, muebles y distintos objetos, especialmente, relojes, que integran la visita. También elementos curiosos, como la pistola con que se suicido Larra, epítome del romanticismo y el sufrimiento por amor que le llevó a quitarse la vida sin haber llegado a los treinta años.

Y pianos, el instrumento romántico por excelencia, hasta un total de quince, cerámica de Sargadelos y Sèvres, joyas de ebonita y una buena colección de muñecas de porcelana, así como muebles de estilo imperio o isabelino que se gastaban en aquellos tiempos con chistera.

Además del museo en sí, y sin salir de él, merece mucho la pena visita el Café del Jardín, un salón de té que no se sale de la estética refinada y que cuenta con un exquisito patio que si el tiempo acompaña es una delicia. Buen surtido de tartas para culminar la visita que dejará un buen sabor de boca, en sentido literal y figurado. La entrada es libre, es decir, no es necesario ir al museo para accede al Café y su horario, en octubre, es de 9.30h a 20.30h de martes a sábado, y los domingos de 10 a 15h.

Gracias a nuestra céntrica ubicación, desde nuestro hotel podemos llegar a este peculiar museo con un agradable paseo de 20 minutos por el centro de Madrid. ¿Te animas a conocerlo?