Vamos a tirar de tópico, porque todos los tópicos tienen algo de cierto: es momento de cuidarse, para estar estupendos de cara a la estación veraniega. Y, además, porque la salud es algo más que lucir tipín.
Comer bien, sano, no tiene por qué ser aburrido. Se puede comprobar en restaurantes como My Veg (c/ Valverde, 28), donde sus especialidades de cocina fusión con toque vegano (la carta incluye carnes) te sorprenderán muy gratamente. No dejes de probar sus alcachofas deshidratadas al limón.
La Huerta de Tudela es otro restaurante que cuida mucho su carta basada en productos frescos y de la tierra navarra, como los espárragos, los pimientos y la clásica menestra. No te pierdas su menú del día, por 18,5 euros, que incluye platos típicos como las alubias rojas con piparras o una apetecible crema de calabaza amarilla. De segundos, rodaballo de Orio y, para el placer de saltarse la dieta, unas jugosísimas manitas de cerdo crujientes, todo ello bajo la batuta del chef navarro Ricardo Gil.
Junto a Callao, tenemos Vega, restaurante que se define como ecológico. Cocina de mercado y de temporada elaborada con estilo casero, en una carta que no incluye productos de procedencia animal. Hummus de remolacha, patadas asadas con salsa Vega o carpaccio de tomate de temporada son algunos de las recetas que trabaja este local decorado con maderas agradables y que cuenta con una bodega, también ecológica, de vinos y cervezas. En calle de la Luna, 9.
En la calle de La Morería se sitúa Zoco Comidero, etiquetado en este caso, por ellos mismos, como restaurante flexitariano, filosofía culinaria que prima lo vegetal pero que no es excluyente del todo con la carne. En este local, por ejemplo, puedes encontrar pescados azules, fundamentales por sus ácidos grasos; entre la carta, destaca su trío de minihamburguesas: salmón con tzatziki, vegetariana con muhamara y ternera ecológica con mostaza de la casa. 9,90 euros.
Buen apetito y mejor salud.